Hola. Soy Gloria Nistal, escritora de libros y viajera fotógrafa.

En la fotografía aparece la portada de mi libro más reciente, el número veintidós de mi autoría individual: La América que yo amo. También he participado con otros autores en más de cincuenta antologías y libros de autoría múltiple, con prólogos, epílogos, poemas, relatos  o estudios críticos.

He hecho mucho deporte cuando era adolescente y joven.

Empecé en el colegio, era  buena deportista en general y buena velocista en particular. He jugado a voleibol, y a todos los deportes que tienen una pelota o un balón. Sobre todo he jugado al ping-pong (representé a España en unos juegos mediterráneo de institutos europeos de la seguridad social en lo que ahora es Croacia), mucho al tenis y lo que más, al  baloncesto en ligas de empresa hasta los 42 años. Viviendo en Irlanda seguí jugando allí en un equipo de baloncesto hasta que me retiré. Allí en Irlanda seguí practicando deporte en equipos mixtos. Ahora por mi edad y mis lesiones me puedo permitir montar en bici y nadar y ambos deportes me encantan y sigo practicándolo.

He vivido en cuatro continentes y viajado por más de cien países.  El deporte es una pasión que moldea y perfecciona el cuerpo, y hace crecer el alma, el espíritu, las relaciones de hermandad y amistad.

En muchos países en vías de desarrollo a través de acciones de promoción del deporte se está intentando integrar a los jóvenes en riesgo de pobreza y de exclusión social en programas deportivos porque entrando en ellos está demostrado que se disminuye la violencia y las dependencias y se promocionan valores como el compañerismo.

En España hay un programa llamado Poderosas, que promociona que las niñas y adolescentes no abandonen el deporte.  No deberíamos abandonar la pasión del deporte a ninguna edad. Cuanto más deporte practiquemos, mejores personas seremos.

El deporte es una pasión que nos ayuda a ser mejores, a esforzarnos, a dar lo mejor de nosotros mismos para lograr superaciones, tanto en marcas personales, como en logros de equipo. Y cuando jugamos en equipos nos hace solidarios, entendemos los problemas de nuestros compañeros, luchamos por un objetivo común. Ya lo decían los latinos: mens sana in corpore sano (Mente sana en un cuerpo sano) y nada más sano que practicar deporte.